Hostal Sarayun Trinidad colonial

Descripción

• Bienvenidos
• Hombres
• Mujeres
• Parejas
• Familias
• Estudiantes

El turista entra, Sara sonríe. Sabe que una vez dentro, ella lo atenderá de manera que no quiera irse en la fecha prevista, sino quedarse otro día más. La casa no es una mansión colonial, sino el fruto de muchos años de trabajo. Su esposo Yuni y ella disfrutan el hogar hecho con sus propias manos. Dentro se siente la paz y la bendición de sus dioses. Con atenciones y buenas intenciones han marcado la diferencia y que sus clientes disfruten la estancia. La habitación es solo eso, pero entregan mucho más.Todo comienza en el umbral. Una puerta de madera es el límite entre lo público y lo privado, entre la duda y la certeza, entre la calle y el espacio íntimo del hogar. No busques anonimato, la familia compartirá la casa contigo. Pero tu habitación es como un lugar secreto detrás de una cortina y otra puerta, cerca de la entrada principal. Ya dentro se percibe la intimidad y cierto halo de magia. Quien se imaginaría que detrás de esa cortina encontrarías esto. A tu izquierda, en la esquina, el baño se adivina; y en el extremo opuesto a ti, una ventana alta con barrotes de madera te devela una luz del exterior.
Vuelve sobre tus pasos. Sigue a tus anfitriones hacia el resto de la casa. Verás un aprovechamiento óptimo del espacio, sin embargo también sentirás amplitud y calidez. Una mesa mediana para tu desayuno. Dos sillones bajo la luz del día, en un patinejo en medio de la casa. La cocina pulcra y deliciosa donde Nayiri es reina.
Más de 30 años sirviendo tras la barra del bar en el hotel donde trabajaba. Allí Sara aprendió el oficio de la coctelería. Escribió en su memoria las fórmulas de decenas de tragos cubanos e internacionales. Ahora aprovecha su experiencia y conocimiento para complacer a sus propios huéspedes. Pero quién más disfruta y sabe de sabores y recetas de cocina, es su hija Nayiri. Quien desde la adolescencia empezó a disfrutar la comida y cómo prepararla. Entre ambas ofrecen con amor y conocimiento placeres al paladar.
Vivir del trato a los demás implica humildad sincera y vocación por el servicio. Sobre todo si tu negocio no es el mejor ubicado de la ciudad. Pero la mayor diferencia está en las personas, no en las paredes ni la geografía. Por eso Sara y Yuni, los anfitriones del Hostal Sarayun, hacen su mayor esfuerzo para complacer a sus clientes. Él o ella siempre permanecen en casa cuando los clientes están. Aunque los quehaceres domésticos y los programas de televisión parezcan captar la atención de Sara y Yuni, en realidad están expectantes a sus huéspedes.

Instalaciones de la casa

Bicicletas
Lavandería
Aparcamiento
Aire acondicionado