La belleza de Irlanda: un viaje a la costa.

Cuéntanos sobre tu experiencia en Co. Cork.

Se trata de un lugar mágico donde he podido disfrutar de la calma y la tranquilidad que es lo que más me gusta. Hay un gran río cerca que es además un santuario para aves y lo que respiras es toda la buena energía de Irlanda. La diferencia entre un alojamiento familiar es que aquí es como estar con unos primos a los que no ves mucho, que te abren su casa y te sientes como uno más de la familia. Los anfitriones me han ayudado  en todas las dudas que he tenido durante la estancia y han sido los mejores embajadores del lugar.

¿Qué hiciste en Kilmacsimon?

He disfrutado de las vistas, de largas caminatas y en general de la maravillosa isla Esmeralda. Estuve visitando la costa, fui a ver un gran campo de golf, una sauna, paseé  por la playa, disfruté de la gastronomía local, estuve en muchos pubs y conocí a una variedad de gente muy agradable. Me pareció interesante la influencia finlandesa de la zona gracias a las saunas, que además pude utilizar tras alguno de mis largos paseos.

¿Algún consejo para otros viajeros?

Llevar buen calzado para caminar, campera impermeable y ganas de conocer los alrededores. Caminando encontrarás una cruz celta homenaje a la Guerra Civil Irlandesa. Está en una hermosa pradera, en una colina. La caminata dura 15 minutos, pero cada paso es agradable. Con la luz de las estrellas, se pueden seguir el camino sin perderse.

¿Cómo fue la experiencia con tu anfitriona?

Aprendí cómo es la vida cotidiana en Irlanda, sus tradiciones, la gastronomía. La casa cuenta con una chimenea y aprendí a encender un fuego. Fue divertido. Donna es una buena anfitriona, me enseñó a meditar con el hilado todos los días, tuvimos conversaciones muy interesantes, paseos, anécdotas, conocí lugares nuevos. En la propiedad hay gran salón donde leer y disfrutar de la calidez de la chimenea.