Maison Rocy

El sitio ideal en La Habana es la Casa Rocy. Cinco, diez, miles de corazones para Teresa y Judith.
Teresa y yo nos comunicamos enseguida y, desde un principio, ella me orientó en todo lo que le pregunté. Es una EXCELENTE comunicadora, muy afable y extrovertida.
No solo me recomendó lugares para recorrer en La Habana, sino que me ofreció, además, una detallada e interesante información sobre sitios de interés histórico - cultural; de ocio; cafeterías, restaurantes, y Mipymes cercanas a la casa, y me ayudó a organizar mi viaje a Cuba, desde antes de llegar a la isla.
Casa Rocy está ubicada en una estupenda zona, de mucho movimiento, alegre y muy cerca del Prado y del Malecón. Desde la casa se puede ir a pie al Centro Histórico de La Habana; al Vedado, y a la parada del bus de dos plantas, que parte desde el Parque Central hacia las Playas del Este y el oeste de la ciudad.
La casa es muy bonita, de puntal alto, iluminada, limpia y organizada. Me encantaron las dos bellas butacas que adornan la entrada.
El balcón es como un mirador, donde se puede ver el movimiento de quienes viven o pasean por esa zona; y de las personas que se paran a conversar o se sientan a tomar el fresco de la noche en la puerta de sus casas. Todo puede apreciarse desde el amplio balcón de Casa Rocy, además de escuchar música, muy característica de los cubanos.
La habitación es muy acogedora, cómoda y segura. Me cautivaron dos pequeños cuadros de tiempos de La Habana antigua. Tiene baño privado con agua fría y caliente, una pequeña nevera, aire acondicionado y una mesilla empotrada en la pared con 2 taburetes. Todo muy limpio y con buen gusto.
Al llegar a la casa, Judith, una chica muy amable -que trabaja con Teresa- me ofreció, como cortesía, un jugo de bienvenida. Era de guayaba y estuvo exquisito. También le solicité a Judith el servicio de desayuno, con frutas tropicales; una copa alta de jugo de fruta, pan con jamón y queso, o con tortilla, café. Delicioso todo!!!
Muy cerca de la casa vive una señora que elabora comidas criollas, a muy buen precio.
También Teresa me ayudó a localizar los llamados taxis colectivos, para trasladarme a otros sitios, y me gestionó reservas en casas de otras provincias. Además, me aportó muy buena información de cada lugar.
Gracias Teresa, ha sido una maravillosa experiencia alojarme en Casa Rocy.
Tú y Judith son personas increíbles, que me hicieron sentir como en mi propia casa.
Recomiendo la Casa Rocy 100 %. Sin duda alguna, volveré a La Habana y estaré muy feliz de quedarme nuevamente en esta acogedora casa.

Excellent location, in a non-touristic area in Central Habana, to experience a true Cuban neighborhood. A few minutes walk from Habana Vieja, local bars and restaurants, and veggie stores nearby. Judith is a very kind and helpful host that can accommodate your requests. The room is a bit tight for three people and the third bed is a couch, good for a child but a bit small for an adult (still it’s OK for a few days staying). The room has a window that opens to an open-air foyer so there is no privacy unless keeping the curtains closed, there is a refrigerator, an air conditioning system, and the bathroom has a shower with hot water. It's very quiet during the night, nice sleeping. In general, it’s a basic accommodation but with all the needs for a few days, and Judith makes the positive difference

The room is cozy and everything works as described. The hostess on site, Judith, is most helpful and attentive. She also prepared wonderful and hearty (optional) breakfasts when I was there the 3 days.
While some services in the neighbourhood are not comparable to those in the touristy areas due to its age and the state of the economy (of the City and the Country), taxi and convenient stores are within steps of her place. There is no justifiable criticism whatsoever from my perspective.
Teresa has done a marvelous job in making visitors feel comfortable and welcome at a very reasonable rate.

Maravillosa estancia en casa de Teresa. Teresa y la familia de Judith son encantadores, muy cálidos, serviciales en todo momento. Me ayudaron muchísimo en cómo llegar a diferentes lugares, con el cambio de moneda, en dónde obtener un paseo por las zonas más alejadas de La Habana. El desayuno y las comidas riquísimas; se preocupan por la fruta o comida que desearías comer. La habitación es muy confortable, con su baño privado, su heladera y su aire acondicionado. Mejor ubicación en La Habana no se podría pedir. De regresar a La Habana la volvería a elegir como anfitriona sin dudarlo. Encantada y muy agradecida con Teresa y Judith