Bertha Y Fidel nos trataron cómo si fuéramos familia. Nos trataron mejor que si nos hubiéramos quedado en un hotel de 5 estrellas. La casa siempre estuvo limpia y ordenada. Cada vez que necesitábamos algo Bertha hacía las gestiones necesarias para poder complacernos. La atención que nos brindaron fue excelente. La próxima vez que regrese a Cuba no voy a dudar en quedarme en la casa de Bertha y Fidel!